¿Cómo obtener retorno de nuestra inversión en formación en tiempos de crisis?

FORMACIÓN
Dpto. Comunicación SECOT

Renovarse o morir puede ser la máxima bajo la que actuar en coyunturas económicas como la que vivimos, en las que las cifras de desempleo no paran de crecer y donde el tiempo medio que se tarda en encontrar empleo es cada vez es mayor. Según  las previsiones recogidas en el informe "Avance del Mercado Laboral" que elaboran la patronal de grandes empresas de trabajo temporal Agett y Analistas Financieros Internacionales (Afi), el 2010 acabó con 2 millones de parados de larga duración (es decir, personas que emplean más de un año en encontrar empleo tras quedar en paro), lo que representa el 43,5% sobre el total de población desocupada.

En esta situación, es inevitable pensar en qué invertir estos doce meses mientras se busca empleo.  Y es que, según opina la mayoría de los expertos, la formación es la llave del empleo y más aún en tiempos de crisis. Pero, ¡ojo! No es oro todo lo que reluce y conviene reflexionar sobre en qué vamos a formarnos, ya que, hoy por hoy, las oportunidades de trabajo se concentran en determinados sectores de actividad.

Está claro que el dominio de los idiomas, los conocimientos de informática y de Internet, incluyendo la web 2.0 y el trabajo en la nube (cloud), así como la capacidad de coordinar y gestionar, facilitan la tarea de encontrar trabajo. En este sentido, es importante tener en cuenta el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, elaborado por el Instituto Nacional de Cualificaciones, a través de su Observatorio profesional, en el que se recoge información sobre la evolución de la demanda y oferta de las profesiones, ocupaciones y perfiles en el mercado de trabajo.

Lo que es seguro, es que en un momento económico que "exige" cambios en el modelo productivo,  hay consenso en afirmar que las oportunidades de trabajo estarán relacionadas con nuevas profesiones y es ahí, donde los desempleados deben dirigir su mirada si quieren cambiar su situación  Lo ideal, antes de iniciar un cambio radical en la vida profesional es conocer cuáles serán las industrias dónde existen más probabilidades de conseguir oportunidades de trabajo en un futuro próximo. Y, en este sentido, el medioambiente, la energía, la informática, la telemática, la domótica y robótica, la telefonía celular, la ingeniería genética, la biotecnología, la realidad virtual, la información multimedia, los cuidados para colectivos dependientes, los sistemas de seguridad y la inteligencia artificial son algunos de los sectores con más proyección. Es fundamental, por tanto, buscar sectores emergentes o nichos de mercado pero, a la vez, no pasar por alto que éstos van cambiando y hay que irse adaptando continuamente.

Además, existe otra vía que los desempleados también deberían de considerar a la hora de reinsertarse en el mercado laboral y es el autoempleo. Cada vez más se considera esta posibilidad como una fase más dentro de la vida laboral de cualquier trabajador. Eso sí, no basta con estar en un buen sector y tener una buena idea de negocio. Es imprescindible tener una formación adecuada como emprendedor antes de lanzarse a la creación de una empresa. Si no se tienen los conocimientos adecuados para gestionarla, el esfuerzo e inversión pueden ser en vano.

Es palpable que la formación pasa por ser una de las claves para volver a la situación de partida y para ello, hay que tener presente no sólo la formación tradicional sino también las nuevas modalidades de formación, que nacen con Internet y el auge de la Web 2.0. Para ver el auge de la formación estructurada mediante tecnologías de la información, es bueno preguntarse: ¿en los últimos años que aprendiste? ¿Dónde sucedió? ¿Cómo sucedió? Y comprobaremos la importancia creciente de nuestra implicación en Internet. Y lo más importante: no contemplar la formación como un gasto, sino como una inversión. Los particulares, empresas y organismos públicos no pueden ni deben olvidar esto.